jueves, 24 de julio de 2008

Tejados...


Tierra de los hombres: cual mosaico de civilizaciones vestidas de luces, tus tejados reflejan los colores del cielo. Tejas rojas, palacios dorados, puntas románicas, curvas barrocas, hablad vuestro idioma de tierra y cielo, decid vuestras palabras de arte y esperanza.

Tejado. Entre aire y barro, este rincón es tuyo, donde cae la lluvia y sube la llama.

Tejado. De paja, de tejas, de barro, eres la tranquilidad del padre
y la seguridad del hijo.

Tejado. En tu pizarra escriben las nubes palabras divinas,
quejas de dioses, con luz y sombra.

Pero, ¡Tejado! Arroja las cruces de tus campanarios, rompe tus banderas y líbrate de la soberbia del hombre, de sus dioses y su incertidumbre. No dejes que te empuje el viento ni te muerda la nieve, sálvate de la intemperie de la pasión humana. Quienes te edificaron en tiempos de paz te tumbarán en la guerra. Símbolo de felicidad del pueblo, arderás primero en las chozas.
Fuiste el primer refugio del hombre, serán tus escombros su última tristeza.

Tejado,
sombrero de la humanidad,
¡Ojalá los hombres contigo
cubriesen todas sus cabezas!


Julio 2008

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